Revista Nº 8
1- Cápsula 26. Tomasa y la independencia.

Tomasa nos confiesa que aun siendo de origen conqueño, se siente ante todo catalana.
2- Cápsula 27. Don Ermenegildo se destapa.

Por una grande y libre.
3- Cápsula 28. Enrique Eslava en su torre de marfil.
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A Enrique Eslava "se la sudan los estados y las naciones", él sólo se ocupa de las cosas "importantes" de la vida.
6- Cápsula 29. Sandra Sartal, o sea, yo, hablo abiertamente de que soy independentista y soberanista y catalana de pura cepa. Y esto lo digo aquí ante todos ustedes.

Soy independentista, o sea, borrega, según algunos ¡Y qué?
4- David Diamantine. Arte y política.

David Diamantine
Las contiendas política destruyen los movimientos artísticos.
Las contiendas política destruyen los movimientos artísticos.
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Ya lo decía Ortega y Gasset: "yo soy yo y mis circunstancias". La nueva circunstancia que hemos de asimilar en Manada Personal es que el debate soberanista nos está dividiendo. No voy a entrar en dar mi opinión subjetiva sobre si Cataluña debe poder optar o no a ser un estado soberano. La intención de este escrito es hacer ver a mis queridos compañeros de movimiento, que no olvidemos eso, que somos la unión de unos seres que se mueven en una dirección, y no política, precisamente. Sé que es un tema sensible, candente y de actualidad, pero como artistas no nos ayuda en nada enfrentarnos por ideologías. Si queremos que esto funcione, no debemos malgastar energías en contiendas ajenas al arte.
Conocer el pasado puede servirnos para no caer en las mismas trampas. La Generación del 27, cuyos miembros y amigos se vieron divididos por el fascismo, el republicanismo y el comunismo.
Max Ernst, alemán, que no nazi, fue encarcelado por el gobierno francés al inicio de la II Guerra Mundial por haber nacido en tierra enemiga. Un auténtico despropósito, pero seguro que lo que le hirió más no fue eso, fue el rechazo de algunos de sus propios amigos surrealistas por ser alemán.
El artista, ser apasionado y utópico por naturaleza, se ve tentado a inmiscuirse en grandes causas. En el mejor de los casos, cuando esa circunstancia llega, está bien informado. No olvidemos que el artista trabaja con la realidad, sí, pero pasada por el filtro de lo imaginativo. El artista no trabaja para el hoy, y muchos son los casos en que se pierden en causas políticas degradando su arte, convirtiendo su obra en burdo panfleto.
Grandes escritores como Ernesto Sábato y Julio Cortázar se desviaron del camino en contiendas ajenas a la escritura con obras que aunque pretendan ser literatura, no lo son. Fueron utilizados por el poder y no informados del todo bien, sobre todo Sábato. En estos dos casos concretos, su nombre sigue inmaculado, limpio, nadie recuerda la infumable obra de Cortázar: Fantomas contra los vampiros multinacionales.
Conocer el pasado puede servirnos para no caer en las mismas trampas. La Generación del 27, cuyos miembros y amigos se vieron divididos por el fascismo, el republicanismo y el comunismo.
Max Ernst, alemán, que no nazi, fue encarcelado por el gobierno francés al inicio de la II Guerra Mundial por haber nacido en tierra enemiga. Un auténtico despropósito, pero seguro que lo que le hirió más no fue eso, fue el rechazo de algunos de sus propios amigos surrealistas por ser alemán.
El artista, ser apasionado y utópico por naturaleza, se ve tentado a inmiscuirse en grandes causas. En el mejor de los casos, cuando esa circunstancia llega, está bien informado. No olvidemos que el artista trabaja con la realidad, sí, pero pasada por el filtro de lo imaginativo. El artista no trabaja para el hoy, y muchos son los casos en que se pierden en causas políticas degradando su arte, convirtiendo su obra en burdo panfleto.
Grandes escritores como Ernesto Sábato y Julio Cortázar se desviaron del camino en contiendas ajenas a la escritura con obras que aunque pretendan ser literatura, no lo son. Fueron utilizados por el poder y no informados del todo bien, sobre todo Sábato. En estos dos casos concretos, su nombre sigue inmaculado, limpio, nadie recuerda la infumable obra de Cortázar: Fantomas contra los vampiros multinacionales.
Pero ante todo hay que ser fiel a la escritura, en todo caso luchar al otro lado de la realidad y sin perder el pulso literario: Candido de Voltaire, Los Viajes de Gulliver de Swift, Elogio de la locura de Erasmo de Rotterdam, El mundo de ayer de Zweig... Ya lo dijo Ortega y Gasset, España tiende a la invertebración, pero Manada Personal, no. Eso no, por favor. |